El crecimiento exitoso en Medellín
Por Fredy Escobar Moncada
Según el DANE, las clases sociales en Medellín y el Área Metropolitana están clasificadas así: pobres 27.6%, vulnerables 21.0%, clase media 47.2% y la clase alta, 4.3%. Estas cifras sintetizan el entorno de una ciudad con signos de decadencia humana producto de la pujanza paisa, una suerte de capitalismo burdo y salvaje lejos de una civilización pacífica. Todo un modelo exitoso de sociedad.
Este desarrollo que beneficia un reducido porcentaje de la población, persiste en la toma de decisiones estratégicas de la subregión metropolitana. En épocas de cambio, la administración de la tacita de plata ofrece continuismo a la tradición de presentar obras faraónicas como sus grandes logros de gestión, a saber, el metro de la 80 y el tren del rio, obras que superan los seis billones de pesos. O sea: más de lo mismo.
Es preocupante pues nos recuerda que los autos también tienen reversa entre sus cambios. Preocupa que la situación de la Medellín Popular no se priorice debido a los grandes riesgos en nuestros barrios donde no cesa la angustia con las lluvias y su impacto en montañas y caños, razón suficiente para la declaratoria de emergencia climática. Mientras tanto se presta solo atención a “edificios enfermos”.
Decisiones lamentables por la coyuntura en la cual el presidente enfrenta la reacción de los ricos y las ricas a la Reforma Tributaria que financiaría su política social; y además insinúa por lo menos discutir el decrecimiento económico con razones climáticas y sociales. Esas políticas se pueden respaldar desde una entidad territorial propietaria de la segunda empresa pública del país: EPM.
Sin embargo puede más el continuismo del crecimiento económico dejando su rastro de miseria. Años de planeación desde abajo expresada en planes de desarrollo y de ordenamiento territorial local formulados con la participación de las organizaciones comunitarias, han trazado el camino de las soluciones. Tenemos ideas y productos técnicos como el Plan de Mejoramiento Integral de los Barrios, los Planes Comunales.
Hemos reclamado voluntad política y consideramos que presupuesto hay pero en manos de quienes aún predican la tesis del crecimiento y la generación de empleo con estas grandes inversiones públicas lejos de las prioridades humanas. Tesis falsa y contradictoria en la realidad concreta de Medellín donde los derechos son negados masivamente con consecuencias en la persistencia de la violencia.
Sin plata no hay paz ni cambio. Menos invertida en el desarrollo que en lugar de reducir la violencia en la eterna primavera, la incrementa. En definitiva, el compromiso Popular con su realidad expresado en la participación cualificada con propuestas técnicas y serias a sus problemas, debe ser acompañada de la resistencia, la insistencia y la persistencia en la construcción de otro poder para otro desarrollo.